Poner el foco en las personas es uno de los pilares básicos en que deben apoyarse las organizaciones que deseen abrazar el cambio y conseguir el éxito en la era digital, y la clave para ofrecer a nuestros clientes no solo un buen servicio sino un servicio de excelencia.
El sector inmobiliario es uno de los más dinámicos que evoluciona a pasos agigantados, y para conseguir penetrar en la sociedad 5.0 y la industria 4.0, la formación se hace imprescindible. Y en nuestra empresa esto lo tenemos muy claro.
¿Cómo nos preparamos?
Tanto yo personalmente como mis agentes y el resto del equipo humano disfrutamos de una formación regular, asistiendo con frecuencia a trainings en áreas específicas del ámbito inmobiliario, a cursos mensuales organizados por Ágora Grupo Inmobiliario, a congresos y conferencias del sector a nivel local y nacional, a webinars dentro de la empresa, así como a sesiones de mentoring de la mano de uno de los mejores coaches a nivel nacional.
En noviembre del 2019 y después de dos años de cursos intensivos, conseguí el Certificado en Dirección Inmobiliaria a través de la Escuela de Negocios EDN de Madrid y aumentamos la plantilla con agentes de titulación universitaria y dominio de varios idiomas. Estamos totalmente preparados para afrontar los nuevos desafíos que ofrece la industria y las exigencias del nuevo consumidor, sea éste propietario, comprador o inquilino.
Somos conscientes de que la formación junto a nuestros valores éticos son la base para mejorar en eficiencia, efectividad y profesionalidad en el mercado inmobiliario. Los avances tecnológicos han evolucionado nuestra manera de trabajar, y están marcando un punto de inflexión en los métodos de comercialización.
¿Cuál es el objetivo?
Las organizaciones si no queremos estar fuera, debemos adaptarnos a los nuevos tiempos y nuevas tendencias, formarnos, especializarnos, hacernos únicos y diferentes. La potencialización de las habilidades digitales dentro de nuestra firma es uno de nuestros grandes retos. Como dice el profesor Domènec Biosca: “Si no te formas, te deformas”.
Aunque una empresa tenga hoy éxito, es muy importante reconocer los factores que detectan que es tiempo de cambiar y adoptar nuevos enfoques, nueva actitud dentro de la empresa. Estas “fuerzas disruptivas” crean desafíos a la vez que oportunidades, que obligan a las empresas a reinventarse y ofrecer todas las opciones posibles a un cliente cada vez más exigente, que no solo busca rentabilidad sino, además, se decanta por aquellas que le harán ahorrar tiempo.
La manera de dirigirse a los consumidores, de interpretarles y comunicarse con ellos tiene que ser personalizada. Hay que tener en cuenta todas estas variables, adaptarse a cada contexto y cada situación. Para ello, hace falta unir experiencia en la industria con tecnología. Potenciar las habilidades digitales y el aprendizaje continuo de nuestro equipo se convierte en nuestra seña de identidad.
El desarrollo tecnológico en el mundo inmobiliario ha impulsado la creación de nuevas herramientas de trabajar. Gracias a los avances en la inteligencia artificial, el Big Data o el Machine Learning, hoy en día podemos acercarnos a nuestros clientes de manera mucho más precisa y personalizada, gestionar, visitar, alquilar o comprar una vivienda a través de Smartphones, mediante un asistente virtual, sentir las sensaciones que produce una visita física real, enviar un dron para obtener información sobre el estado de las obras.
Todas estas, son solo algunas de las herramientas tecnológicas a disposición nuestra que revolucionarán el sector inmobiliario, por lo que la formación y la transformación se hacen más imprescindibles que nunca. Los clientes y las personas pasan a ser el factor de mayor importancia en este cambio digital.
Jesús García
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